Como he comentado en la anterior entrada, el 15 de febrero estuve en el puerto de Ondarroa. La mañana estuvo muy entretenida pero, pasado el mediodía, y viendo que no había buenas expectativas de observación, decidí acércame hasta Sopelana (Bizkaia). Allí se habían estado viendo varios Bisbitas de Richard desde mediados de noviembre, en que fueran descubiertos por Iván Sarabia.
Después de un rato recorriendo el praderío cercano a la costa, pude localizar dos ejemplares. De entrada, destacaban por su corpulencia, su posición erguida con el cuello estirado y el tono arenoso de su pecho. Luego, analizándolos con más detalle, veo que son algo mayores que su primo el Campestre y bastante más que un Pratense. Tienen además, las patas y cola larga, con una uña posterior muy destacada, entre otras características. En las siguientes imágenes, uno de los efectivos localizados.
BISBITA DE RICHARD / ANTHUS RICHARDI
BISBITA DE RICHARD / ANTHUS RICHARDI
Recorrían el herbazal en busca de insectos y, en sus vuelos de una pradera a otra, emitían su reclamo característico, muy similar al de alarma de un gorrión.
Alrededor de ellos, pude observar también un grupo de unos 25 Bisbitas pratenses, que se comportaban de forma más desconfiada que los Richard. El nombre científico de la especie se debe al naturalista francés Richard de Lunéville. En la siguiente imagen tenemos el segundo ejemplar.
BISBITA DE RICHARD / ANTHUS RICHARDI
Llegué a la campiña costera bizkaina, justo cuando estaba atardeciendo pero, con la suficiente luz para admirar estos elegantes y altivos bisbitas. Es la segunda vez que contemplo esta especie. La primera fue en el aeropuerto de Biarritz, pero a mucha distancia. Esta vez, los Richard se han mostrado bastante confiados. Así lo podemos acreditar todos aquellos que nos hemos acercado por Sopelana, en estos últimos meses de invernada.
