Ya comentamos en la anterior entrada, que la visión del Gavión hiperbóreo había sido fugaz, con luz escasa al clarear el día, y a cierta distancia.
Hemos vuelto de nuevo a Ondarroa, y esta vez, en un día gris y plomizo, hemos logrado cumplir con nuestro objetivo. No era otro que deleitarnos con la presencia continuada de este espléndido Gavión, raro por nuestras latitudes.
Coincidimos de nuevo con los navarros Jorge Nubla y Toño Munilla, esta vez acompañados de Lander.
De nuevo se encontraba el Hiperbóreo en la línea de playa a primera hora de la mañana, pero sus vuelos al interior de las distintas dársenas dieron mucho juego.
Los edificios periféricos al puerto, incluidos los tejados de las viviendas, disponen de una visión privilegiada sobre lo que acontece. Un oteadero perfecto para el Hiperbóreo.
Tan pronto se situaba en la tejavana de uno de los edificios portuarios, como en el sobretecho de otra de las naves.
Esta especie se reproduce en el Holártico, principalmente en Groenlandia e Islandia. Acostumbra a invernar en el Norte de Europa, llegando hasta las Islas Británicas y las costas del mar del Norte.
Ocasionalmente irrumpe más al sur, con ejemplares errantes, que llegan ha aparecer en las costas cántábricas.
Con ocasión del vertido de algún descarte pesquero, desciende a la lámina de agua, donde permanece alerta, ante cualquier despojo que caiga al agua. Como se puede ver, es difícilmente confundible.
Las aves de primer año, como esta, presentan un pico bicolor, con los dos tercios basales rosados y la punta negra.
En un momento dado, nuestro ejemplar se muestra inquieto, fija su mirada en un punto, ve tremendo alboroto y decide sumarse a la algarabía. Varias Patiamarillas se están disputando unas piezas y decide participar en el festín.
Le interesa la pitanza, y da muestras de inusitada agresividad.
Pero no lo tiene fácil, porque se le ha adelantado una “Pati”, que ha sido rauda en la captura. La persigue durante unos instantes…
…pero su vuelo, bastante más pesado, no puede competir con la Patiamarilla en las distancias cortas…y ésta se aleja del lugar sin soltar la presa a medio tragar…
Va cayendo la tarde. La playa de Arrigorri se va despoblando de paseantes, quedándose apenas con un surfista sobre las olas….
Es el momento en que aprovechan las Gaviotas para volver de nuevo a esta su querencia natural. Van apareciendo las primeras…y entre ellas ¡el Hiperbóreo de nuevo!
Primero en grupo, luego en solitario, permanece sobre la arena, arrullado por el vaivén de las olas.
La marea estaba subiendo y lo va empujando playa adentro, en un danza entre la rizada espuma que recogimos en imágenes. Con sus alas extendidas, ofrecía una exhibición majestuosa de poderío.…
Con esta última estampa en el recuerdo, podemos decir que la satisfacción es plena, porque he podido disfrutar a placer con la visión de este bello y raro taxón.
Si juntamos relatos y pericia fotográfica, pues queda una entrada como esta.
ResponderEliminarZorionak Alfredo.
Saludos.
Maxi.
Gracias por tu comentario Maxi. Ese día, este peculiar Gavión se portó de maravilla, porque apenas salió del recinto portuario. Me alegra que te haya gustado la entrada.
EliminarUn saludo
Alfredo
Fotos preciosas, Alfredo. Ha sido un placer leer y ver tu entrada.
ResponderEliminarGracias y hasta la próxima entrada.
Un abrazo - Kirsten
Agradezco tus palabras, Kirsten. Ha sido muy estimulante leer tu comentario. Gracias y un abrazo.
EliminarAlfredo
Felicidades por la entrada y mis deseos de que sigas con esta ilusión por las aves y su conservación.
ResponderEliminarUn abrazo. Ramón
Mi afición se acrecienta cada vez más, Ramón. Porque cada vez que descubro algo, aún siendo gratificante, me recuerda lo poco que se. Y esto al mismo tiempo, me motiva para seguir aprendiendo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo. Alfredo