Debido a la hibridación que se da entre las palomas bravías y las domesticas o semidomésticas, hay cierta confusión a la hora de clasificar un ejemplar como Bravío-salvaje.
Algunos consideran salvajes a aquellos que cumplen con las características morfológicas y de plumaje propias de la especie. Otros, en cambio, más puristas, solo consideran salvajes a aquellas que cumpliendo los patrones de la especie salvaje, crían alejadas de núcleos de población.
Enumeramos las características de una Paloma bravía, aprovechando las imágenes obtenidas hace unas semanas en el Biotopo de Iñurritza (Zarautz-Aia).
PALOMA BRAVÍA / COLUMBA LIVIA
2. Color de ojos, en la mayoría de los casos rojo-naranja intenso, con fino anillo ocular gris azulado.
3. Dorso de color gris claro y zona ventral más oscura.
4. Dos bandas alares negras
5. Cola con banda oscura, rematada con un fino borde blanco.
6. Obispillo blanco
7. Irisaciones de vivos colores, verde y violáceo, en el cuello.
8. Patas de color rojo purpúreo
En este caso, he considerado que el efectivo es salvaje, porque cumple los patrones generales que se detallan en las imágenes. Además, el pequeño grupo de efectivos que se mueve por Iñurritza, y que controla de forma exhaustiva Eneko Azkue, es mucho más esquivo que las domésticas o las híbridas (cimarronas). Añadir, por último, que probablemente provengan de colonias situadas en los acantilados marinos cercanos, uno de los hábitats preferidos de esta paloma.
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