En las últimas fechas han aparecidos en las montañas cercanas, varios efectivos de una especie muy atractiva: el Mirlo capiblanco. Animado por ser una época propicia, me he acercado el pasado domingo 25, junto con el compañero Maxi Manso, hasta el monte Beriain (1493 m.) en la Sierra de San Donato, dentro de la más amplia Sierra de Andía.
El perfil de la Sierra es de suelos calcáreos, donde destacan las afloraciones de calizas. Este es el tipo de habitat que suelen elegir, generalmente, los Capiblancos, para descansar en sus pasos migratorios: montañas elevadas con roquedo y praderío montano.
Pero vayamos por partes. Muy de mañana y lllegados al pueblo de Unanu (Navarra), hemos tomado una pista que nos dirige a la montaña.
Desde la ruta se puede observar un muladar, en cuyas laderas hemos percibido un buen grupo de Buitres comunes. Uno, dentro del mismo muladar, y especialmente confiado, ha dejado que le tomáramos una imágenes, donde podemos ver las características de este poderoso carroñero.
Cuando se ha cansado de nuestra presencia, ha remontado el vuelo.
Solo se ha alejado una cincuentena de metros, y ha parado en la ladera contigua, desplazándose luego, parsimoniosamente por la pradera…
Después de dejar a los Buitres a la espera de una posible carroña, hemos seguido ruta. La zona estaba cubierta de una espesa niebla que cubría la montaña, y hacía dificultosa la visión de aves. No obstante, hemos podido divisar unas docena de Milanos reales saliendo, posiblemente, de su dormidero, y este precioso, aunque lejano Gavilán.
Pero nuestro objeto era intentar la localización de algún Capiblanco y, una vez en la meseta de la montaña, hemos comenzado a recorrer la pedrisca. Ha habido suerte. Después de un buen rato, hemos localizado un grupeto de 6 efectivos de esta especie. Se han mostrado muy esquivos, pero hemos podido lograr algunas imágenes.
TURDUS TORQUATUS/ MIRLO CAPIBLANCO/ ZOZO PAPARZURIA
Esta es una hembra, bastante parecida a la hembra de un Mirlo común.
A media mañana, hemos iniciado el camino de vuelta. El tiempo iba mejorando algo, y han ido aparecido otras aves, como este Colirrojo tizón, posado sobre un enebro….
…o esta hembra de Pinzón común, en las praderas del valle de bajada.
Aunque para entonces ya había mejorado algo el tiempo, ya que la niebla casi se había disipado, no hemos podido disfrutar como hubiéramos querido, del espectacular paisaje de estas agrestes montañas. Ya habrá alguna otra ocasión. Esta vez, nos damos por muy satisfechos con lo observado. Y por haberlo podido disfrutar, en muy buena compañía.
MAXI EN EL DESCENSO CON EL MONTE BERIAIN AL FONDO