Situada en la vertical de Mañaria y Durango, la peña Mugarra (965 m.) es una de las cimas más destacadas del Duranguesado bizkaino.
Su esbelta silueta apuntando al cielo, sobresale dentro del Parque Natural de Urkiola, al que pertenece.
Hasta allí nos hemos acercado, en busca de las aves alpinas que visitan la zona en época invernal. Esta vez, hubo suerte con el Acentor alpino.
Después de subir las empinadas cuestas que parten desde la localidad de Mañaria, llegamos al praderío montano, a partir del cual se desarrolla la enorme mole calcárea.
A lo largo de la tarde y entre el roquedo incrustado en el pastizal, descubrí un grupo de 11 ex. que, con cortos y enérgicos vuelos, se desplazaban por la zona.
El Acentor alpino es un ave de hábitos discretos y, en general, muy mansa. En el tiempo que estuve allí, apenas salieron de un radio de acción de 100 m., donde se alimentaban de insectos e invertebrados, entre la vegetación herbácea.
PRUNELLA COLLARIS / ACENTOR ALPINO / MENDI-TUNTUNA
Solo tuve que instalarme en el centro del área de alimentación. Mis únicos movimientos los realizaba para acomodar la cámara fotográfica y mi presencia, no les incomodaba en absoluto.
Tuve la oportunidad de comprobar sus hábitos terrestres, ya que permanecían largos períodos de tiempo en el suelo. Se trasladaban, andando o a la carrera, de un lugar a otro, pasando muy cerca de donde me encontraba. Cuando les parecía oportuno, remontaban el vuelo, para recalar en la ladera contigua, desde donde volvían al cabo de un rato. Una verdadera gozada poderlos disfrutar tan cerca, sin causarles molestia alguna.
Mucho más vistoso que su primo el Acentor común, la mayoría de la población europea de este taxón, se distribuye entre España y Suiza. En la Península, los podemos encontrar en las más altas cotas de montaña. Especialmente en Pirineos y Picos de Europa, pero también en la Cordillera Cantábrica, Sistema Central e Ibérico y Sierra Nevada (su límite sur de distribución en Europa occidental).
Ese 19 de febrero, apenas observé humanos por aquellos andurriales (no era fin de semana). Pero tuve por compañía, la presencia constante de un atajo de cabras muy acostumbradas a lo quebrado de aquellos montes. Tan pronto las tenía al lado….
… como en los más altos riscos de la montaña…
También estuvieron sobrevolándome, un numeroso y muy activo grupo de Buitres comunes que anidan en la zona.
Fue una tarde magnífica por la presencia de los Acentores, pero habrá que convenir en que este tipo de salidas-excursiones a la montaña; su silencio y sus panorámicas, suponen además, un inmejorable disfrute para los sentidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario