Situado en un pequeño altozano - de ahí su nombre - Otero de Sariegos es un pueblecito abandonado, situado en plena Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila (Zamora) y es bien conocido por todos los amantes de las aves que nos acercamos a la zona. Sus últimos moradores lo abandonaron en el 2007. Hoy, apenas hay tres o cuatro casas en pie y algún corral a medio derruir. Lo demás, techumbres a medio caer, montones de escombro y abandono… Unicamente se sostiene airosa su iglesia parroquial.
Los antiguos habitantes y sus descendientes viven en Villarrín o Villafáfila y, mientras se tenga en pie la iglesia, seguirán acudiendo al pueblo en dos fechas señaladas: el día de San Marcos (25 de abril) y para commemorar el santo parroquial, San Martín de Tours (11 noviembre).
Puede haber abandono pero no olvido, para aquellos que tienen sus raíces en este amasijo de adobe derruido.
La soledad en las casas, contrasta con la vida que genera la fauna alada. Una colonia de Cernícalo primilla se sitúa en el casco urbano y es la más importante de la ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves).
FALCO NAUMANNI /CERNICALO PRIMILLA
Desde la bifurcación de la carretera que va de Villafáfila a Villarrín y por la larga recta que nos llevará hasta Otero, ya vamos divisando ejemplares de Primilla en vuelo.
En esa misma recta, en los postes situados al lado de la carretera, se han instalado cajas –nido para los Cernícalos, algunas de las cuales están siendo aprovechadas también por las Grajillas.
Llegados hasta la iglesia del pueblo, podemos observar como cualquiera de sus repisas es idónea para el reposo de las aves, que tambien utilizan estas atalayas, como plataforma de lanzamiento para sus vuelos de caza.
Hace ya unos años se restauró su cubierta y se acomodaron cajas-nido apropiadas para los falcónidos, que comenzaron a utilizarlas de inmediato. Al lado de la iglesia se construyó otro edificio a modo de palomar o más bien primillar, con 80 nidales.
En los tejados de los palomares cercanos se mueven numerosas Palomas bravías y alguna Cimarrona, que crían en el lugar y que se alimentan en los campos cercanos.
Entre las paredes desvencijadas de adobe de los edificios en ruina, son cada vez más prolíficos los conejos, que se dejan ver a cualquier hora del día.
En cualquier caso, ni las palomas ni los conejos son alimento regular de nuestros Primillas, que se conforman con los invertebrados que capturan en los grandes cultivos extensivos de la zona: escarabajos, grillos, saltamontes y, ocasionalmente, algún pequeño roedor o algún pajarillo.
Cualquier percha es buena para nuestros protagonistas, ya sea el tendido eléctrico, o la antena televisiva, ya en desuso.
Los Primillas, en sus vuelos de planeo, nos descubren sus diferencias. Primero la hembra, luego el macho. La hembra es de tonos más discretos, parecida a la hembra de Cernícalo común. Una de sus notas características, es que el Común tiene las uñas negras. El Primilla, en cambio, las tiene de un tono pálido, aunque este, es un detalle no siempre perceptible.
CERNICALO PRIMILLA HEMBRA
Los flancos y el vientre del macho son de un castaño intenso. También se percibe en esta posición, el moteado oscuro, espaciado y redondeado en la parte inferior.
CERNICALO PRIMILLA MACHO
De claro dimorfismo entre los dos sexos, es macho es mucho más llamativo, sobre todo por la cabeza y las grandes coberteras de color gris azulado. En ambos sexos la bigotera o lágrima es mucho menos marcada que en el caso de los Cernícalo comunes, y es de hecho, un buen rasgo diferenciador.
En el caserío de Otero parece que definitivamente ha pasado el tiempo para las almas que un día lo poblaron, pero está siendo un magnífico reservorio para los Primillas. Y lo pudiera ser aún más, si a la iglesia parroquial y al primillar anexo, se añaden otras edificaciones, que bien pudieran ser las derruidas actualmente, pero restauradas.
Lógicamente, tendrían que tener interés, tanto la Junta de Castilla y León, como los actuales propietarios de las parcelas. Viendo el estado de los inmuebles, es una posibilidad que se me ocurre, para agrandar la colonia.
Buena entrada Alfredo. Hace tres semanas que estuve en esta zona de Otro de Sariegos en la 1ª Quedada de Pajareros de Castilla León y la verdad, a pesar de que el tiempo no era muy bueno, la diversidad de vida que ví me impresionó.
ResponderEliminarUn saludo
Estuve al tanto de esa Quedada, Javier. El terreno de Reserva es amplio y hay que patearlo, pero siempre resulta interesante. Además, elegiste una época muy propicia.
ResponderEliminarUn saludo
Alfredo