Este último fin de semana, con un tiempo inmejorable para la época del año en que estamos, me trasladé al cresterio de Urkiola (Bizkaia). Tenía interés en localizar algún ejemplar de Gorrión alpino, especie que no he podido ver todavía durante esta temporada invernal.
Los Gorriones no se dejaron ver, pero pude disfrutar de inmejorables paisajes y alguna otra especie.
El Acentor alpino se adapta perfectamente a la alta montaña. Algo más grande que un gorrión, está presente en los grandes montañas, por encima incluso de los 2000 mts. de altitud. En invierno, realizan desplazamientos altitudinales, descendiendo a cotas más bajas. Los que ayer pude localizar, dos grupetos de 7 y 8 ejemplares, respectivamente, se situaban a unos 800 mts de altura.
Se movían con cortos vuelos de un lado para otro, repartiéndose por el praderío, aprovechando los riscos y canchales como posaderos.
ACENTOR ALPINO / PRUNELLA COLLARIS / MENDI TUNTUNA
El eco de las Chovas con su griterío, retumbaba sobre la mole calcárea. En el praderío, pude localizar algunos ejemplares de Piquirrojas. Luego, también las pude observar en vuelo.
CHOVA PIQUIRROJA / PYRRHOCORAX PYRRHOCORAX / BELATXINGA
La zona de visita, Peña Mugarra, montaña emblemática del duranguesado, mantiene la colonia de Buitre leonado más grande de Bizkaia. Distintos ejemplares de este carroñero de más de dos metros y medio de envergadura, estuvieron sobrevolándome toda la tarde.
El Buitre leonado es una rapaz gregaria y sedentaria. Su etapa de reproducción comienza el mes de diciembre y culmina en el de abril. Están, por tanto, en pleno proceso de cría y eso se nota en el trajín que hay en la colonia.
BUITRE LEONADO / GYPS FULVUS / SAI ARREA
Algún ejemplar concreto, mostraba todavía en su cuello, los embates de alguna carroñada.
Estuve toda la tarde al tanto de la aparición de otro ave rupícula habitual, el Treparriscos. Pero el sol se iba poniendo y no aparecía.
En la cara sur del Mugarra, hay una zona reservaba a la escalada deportiva, donde se ejercitaban media docena de jóvenes. Puede tratarse de una casualidad pero, hacia las seis y cuarto, cuando los jóvenes acababan de irse, apareció el Treparriscos. Después de unos contados minutos, se trasladó, precisamente, a la zona de escalada.
Esta vez, se mantuvo a una buena distancia de donde me encontraba. Además la luz, ya no era la más oportuna. Otra vez será. Aporto unas fotos testimoniales.
TREPARRISCOS / TICHONOMA MURARIA / HARKAITZ TXORIA
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